Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

I Samuel 19, 7-24

7 Llamó entonces Jonatán a David, le contó todas estas palabras y
llevó a David donde Saúl, y se quedó a su servicio como antes.

8 Reanudada la guerra, partió David para combatir a los filisteos, les
causó una gran derrota y huyeron ante él.

9 Se apoderó de Saúl un espíritu malo de Yahveh; estaba sentado en
medio de la casa con su lanza en su mano y David tocaba.

10 Intentó Saúl clavar con su lanza a David en la pared; esquivó David
a Saúl y la lanza se clavó en la pared; huyó David y se puso a
salvo.
Aquella misma noche


11 envió Saúl gente a la casa de David para vigilarle y matarle por la
mañana, pero su mujer Mikal advirtió a David: «Si no te pones a salvo esta
misma noche, mañana morirás.»

12 Mikal hizo bajar a David por la ventana. El partió y huyó
poniéndose a salvo.

13 Tomó Mikal uno de los terafim y lo puso en el lecho, colocó una
estera de pelos de cabra a la cabecera y la cubrió con un vestido.

14 Cuando Saúl mandó gente para prender a David, ella dijo: «Está
enfermo.»

15 Pero Saúl envió de nuevo los emisarios para ver a David y les dijo:

«Traédmelo en su lecho, para matarlo.»

16 Entraron los enviados y hallaron un terafim en el lecho y la estera
de pelos de cabra en la cabecera.

17 Dijo Saúl a Mikal: «¿Por qué me has engañado y has dejado
escapar a mi enemigo para que se salve?» Respondió Mikal a Saúl: «El me
dijo: déjame escapar o te mato.»

18 Huyó, pues, David y se puso a salvo, yéndose a donde Samuel, en
Ramá, y le contó cuanto Saúl le había hecho. Después, él y Samuel
se
fueron a habitar en las celdas.

19 Avisaron a Saúl: «Mira, David está en las celdas de Ramá.»

20 Mandó Saúl emisarios para prender a David; vieron éstos la
agrupación de los profetas en trance de profetizar, con Samuel a la cabeza.
Vino sobre los emisarios de Saúl el espíritu de Dios y también
ellos se
pusieron en trance.

21 Se lo comunicaron a Saúl y envió nuevos emisarios que también se
pusieron en trance. Saúl volvió a enviar mensajeros por tercera vez y
también éstos se pusieron en trance.

22 Entonces partió él mismo para Ramá y llegó a la gran cisterna de la
era que está en Seku y preguntó: «¿Dónde están Samuel y David?», y
le
dijeron: «Están en las celdas de Ramá.»

23 Se fue de allí a las celdas de Ramá y vino también sobre él el
espíritu de Dios e iba caminando en trance hasta que llegó a las celdas de
Ramá.

24 También él se quitó sus vestidos y se puso en trance profético ante
Samuel, y quedó desnudo en tierra todo aquel día y toda aquella noche, por
lo que se suele decir: «¿Conque también Saúl entre los profetas?»